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ACERCA DE
MIRASOL

El proyecto Mirasol nace con un sueño: Brindarle mejores oportunidades de educación y desarrollo a estudiantes de las zonas altoandinas del sur del Perú.

La idea detrás de Mirasol es simple: Apoyar a los niños de comunidades de Mallkini, Muñani y Neque Neque en la región Puno, con su formación en el Colegio Mirasol, a través de las ventas de la colección de hilados para tejido a mano Mirasol y donaciones de amigos y benefactores.

LOS INICIOS

Una pareja de clientes noruegos, Kari Hestnes y Per Svendsen, en ese entonces propietarios de Du Store Alpakka, visitaron el Perú en 2006 y decidieron conocer la sierra peruana. Llegaron al Fundo Mallkini, propiedad de Michell y Cía. Durante su visita, hicieron una excursión a través del fundo, dónde conocieron a dos pequeños: Marisol y Alex, quiénes eran hijos de pastores de alpaca en Mallkini.

Kari y Per quedaron impresionados por el carisma y la sencillez de los pequeños, en especial de Marisol. Así mismo pudieron conocer la realidad en la que viven las personas en los Andes, en especial, los niños. Ellos conocieron las condiciones  y los retos que los pequeños afrontaban para ir al colegio y estudiar. Lo que más les impresionó es que ellos debían caminar cada día entre 2 a 3 horas para llegar hasta su escuela, y luego, caminar por el mismo tiempo para volver  a casa, independientemente de que ese día hiciera frío, lloviera o nevara.

Al conocer sobre esas dificultades, Kari y Per tuvieron la idea de construir una casa que pudiera albergarlos de lunes a viernes, que fuera cercana a la escuela y en la que pudieran desarrollar otras actividades. Ellos conversaron con la familia Michell, quienes compartieron la misma perspectiva.

Es así como se crea en 2006 la “Asociación Civil Mirasol” sostenida en principio por la iniciativa de Kari y Per, junto con Michell y Cía. El nombre fue puesto en honor de la pequeña Marisol, pero tuvieron que cambiarlo por temas formales.

Como punto de partida, Michell y Cía. cedió un terreno dentro del Fundo Mallkini de 12 200 ㎡ para el desarrollo del proyecto. Kari y Per fueron los primeros aportantes y además se comprometieron en levantar fondos en Noruega. A estos se le sumó otro cliente, Peter Mulley de Diamond Yarn, de Canadá, en 2007. En esa época surgió la idea de crear una línea de hilados para tejido a mano para apoyar el proyecto levantando fondos por medio de sus ventas.

Es de este modo que se crea la línea de hilados Mirasol y se comparte la causa con otros clientes, con una visión compartida de brindar una mejor calidad de vida para estos niños. Así, se unen otros clientes: Designer Yarns, de Reino Unido; Fil Katia, de España y Knitting Fever de los Estados Unidos, quienes, junto con Michell y Cía, donan un porcentaje de las ventas de esta colección de hilados al proyecto Mirasol.

En 2007 inician las obras de construcción de la Casa Mirasol, que empezó a funcionar en abril del mismo año. Inicialmente hospedó niños de todos los niveles de enseñanza, de las áreas de Mallkini, Muñani y Neque Neque. A fines de 2007 e inicios de 2008 se construyó la primera etapa de lo que hoy es el colegio Mirasol, iniciando las actividades en marzo del mismo año.

Hoy en día, gracias al apoyo comprometido de varias empresas e individuos, el Proyecto Mirasol acoge a más de 50 niños de la zona, estudiantes de primaria. Podemos estar orgullosos de los logros de los últimos años. No obstante, hay mucho por hacer aún, y esperamos continuar trabajando juntos con otras compañías que compartan la misma visión de mejorar la educación y los estándares de vida de los niños en las alturas del Perú. También, es nuestra esperanza que otros clientes se sumen a esta iniciativa.

LOGROS

Estamos orgullosos de ver los logros de estos años de trabajo: Construir la infraestructura necesaria para el proyecto; ver a los niños matricularse en esta; utilizar las instalaciones que preparamos para ellos y, más importante, cómo han ido mejorando su bienestar, educación y nivel de vida sin perder por ello sus orígenes e identidad.